lunes, julio 31, 2006

Una historia real...

¡Papa tengo hambre!

Pasaba el medio dìa, el olor a pan caliente invadìa aquella calle, un sol escaldante invitaba a todos a un refresco.Ricardito no aguantò el olor rico del pan y dijo:

¡¡¡Papá tengo hambre!!

El padre; Agenor, sin tener un centavo en el bolsillo,caminando desde muy temprano buscando un trabajo, mira con los ojos mareados al hijo y le pide un poco màs de paciencia...

Pero papá, ¡desde ayer que no comemos nada, tengo mucha hambre, papá!

Avergonzado, triste y humillado en su corazòn de padre, Agenor le pide al hijo
esperar en la vereda mientras entra en la panaderìa que estaba en frente. Al entrar se dirige a un hombre en el balcòn:

Señor, estoy con mi hijo de tan sólo 6 años en la puerta,con mucha hambre, no tengo ninguna moneda, pues salí temprano para buscar un empleo y nada encontré, le pido que en el nombre de Jesùs me dé un pan para que yo pueda matar el hambre de ese niño, en cambio puedo barrer el piso de su establecimiento, lavar los platos y vasos, u otro servicio que usted necesite.

A Amaro; el dueño de la panaderia le extraña que aquel hombre de semblante calmo y sufrido, pida comida a cambio de trabajo y pide que llame al hijo... Agenor toma al hijo de la mano y lo presenta a Amaro, que inmediatamente pide que los dos se sienten junto al mostrador, donde mandaservir dos platos de comida del famosos PLATO DEL DIA: ARROZ, FRIJOLES, CARNE MOLIDA Y HUEVO

Para Ricardito era un sueño comer despues de tantas horas en la calle... Para Agenor, un dolor màs, ya que comer aquella comida maravillosa lo hacia recordar a la esposa y a dos hijos màs que quedaron en casa solamente con un puñado de arroz... Gruesas lagrimas bajaban de sus ojos ya en el primer bocado. La satisfacciòn de ver a su hijo devorando aquel plato simple como si fuera un manjar de los dioses, y el recuerdo de su pequeña familia en casa, fue demasiado para su corazòn tan cansado de màs de 2 años de desempleo , humillaciones y necesidades...

Amaro se aproxima de Agenor y percibiendo su emoción, bromea para relajar:

¡Oh, Marìa!!! Tu comida debe estar muy fea...Mira a mi amigo, ¡hasta està llorando de tristeza de ese plato.

Inmediatamente, Agenor sonrìe y dice que nunca comió comida tan apetitosa, y que agradecìa a DIOS por tener ese placer...Amaro pide entonces que el tranquilice su corazòn, que almorzase en paz y después conversarìan acerca de trabajo.

Más confiadamente, Agenor seca las lágrimas y empieza a almorzar, ya que su hambre ya estaba en las espaldas...Después del almuerzo, Amaro invita Agenor para conversar en los fondos de la panaderìa , donde habia un pequeño
escritorio...Agenor cuenta entonces que hace más de 2 años habìa perdido el empleo y desde entonces, sin una especialidad profesional, sin estudios, estaba viviendo de pequeñas "chambas aquì y allì,pero que dese hace 2 meses no recibìa nada..."

Amaro resuelve entonces contratar Agenor para servicios generales en la panaderìa, y le prepara al hombre una canasta bàsica con alimentos para por lo menos 15 dìas...

Agenor con lagrimas en los ojos agradece la confianza de aquel hombre y marca para el dìa siguiente su inicio en el trabajo... Al llegar en casa con toda aquella cantidad Agenor es un nuevo hombre. Sentìa esperanzas, sentìa que su vida
tomarìa nuevo impulso... Dios estaba abriendo más que una puerta, era todo una esperanza de dìas mejores...

Al dìa siguiente, a las 5 de la mañana, Agenor estaba en la puerta de la panaderìa ansioso de iniciar su nuevo trabajo...Amaro llega luego y sonrìe para aqul hombre que ni él sabìapor que estaba ayudando...

Tenìan la misma edad, 32 años , e historias diferentes,pero algo dentro de él lo llamaba para ayudar a aquella persona... Y, no se equivocò. Durante un año, Agenor fue el màs dedidcado trabajador de aquel establecimiento, siempre honesto y extremadamente celoso con sus deberes...

Cierto dìa, Amaro llama a Agenor para una charla y habla de la escuela que abriò lugares para la alfabetizaciòn de adultos a una cuadra arriba de la panaderìa, y que èl tenìa interès que Agenor estudiara. Agenor nunca se olvidò de su
primer dìa de clase: la mano trèmula en las primeras letras y la emociòn de la primera carta...

Doce años se pasan desde aquel dìa de clases...

Vamos a encontrar al Dr. Agenor Baptista de Medeiros,abogado, abriendo su oficina a su cliente , y despuès a otro, y despuès a otro màs... Al medio dìa èl baja para un cafè y en la panaderìa del amigoAmaro, que queda impresionado en ver al "antiguo empleado" tan elegante en su primer traje...

Diez años se pasan, y ahora el Dr. Agenor Baptista, ya con una clientela que mezcla los màs necesitados que no pueden pagar, y los màs adinerados que pagan muy bien; decide crear una instituciòn que ofrece a los desvalidos de la suerte,
que andan por las calles, personas desempleadas y carenciados de todo tipo, un plato de comida diariamente a la hora del almuerzo... Mas de 200 comidas se sirven diariamente en aquel lugar administrado por su hijo, el ahora
nutricionista Ricardo Baptista...

Todo cambio, todo pasò, pero la amistad de aquellos dos hombres, Amaro y Agenor impresionaba a todos los que conocìan un poco de la historia de cada uno...

Cuentan que a los 82 años los dos fallecieron el mismo dìa,casi en lamisma hora, muriendo placidamente con una sonrisa del deber cumplido...Ricardito, el hijo, mandò gravar delante de la "Casa del Camino",que su padre fundò con tanto cariño:

"Un dìa tuve hambre, y me alimentaste.
Un dìa yo estaba sin esperanzas y me distes un camino.
Un dìa me despertè solo, y de diste a Dios, y eso no tiene precio.
¡Que Dios habite en tu corazòn y alimente tu alma!
¡Y que te sobre el pan de la misericordia para extender a quien necesita!"

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