viernes, julio 07, 2006

Hablar, Callar

HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante una injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar., es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de sí mismo, es vanidad.
HABLAR restituyendo fama, es honradez.
HABLAR aclarando chismes, es estupidez.
HABLAR disipando falsos, es de conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.

CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de sí mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR
palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.

Edua@rdo, El Apunt@dor

jueves, julio 06, 2006

La Botella de Leche

Un joven de vida espiritual fue a una reunión de estudio de la Biblia en la residencia de un matrimonio amigo. Era noche de jueves. El matrimonio dividio el estudio entre oir a Dios y obedecer la Palabra del Señor. El joven no pudo dejar de querer saber si Dios aún habla con las personas.

Después del estudio, el salió para tomar un cafe con los amigos que estaban en la reunion familiar, y discutió un poco más sobre el mensaje de esa noche. De formas diversas ellos hablaban como Dios habia conducido sus vidas de maneras tan diferentes. Eran aproximadamente las 22 horas cuando el joven se despidió de sus amigos y comenzó a dirigirse a su casa. Sentado en su automovil, comenzó a pedir: Dios, si aun hablas con las personas, habla conmigo. Yo te escuchare, hare todo para obedecerte.

Mientras conducia por la avenida principal de la ciudad, tuvo un pensamiento muy extrano, como si una voz hablase dentro de su cabeza: Para y compra un litro de leche. El movió su cabeza y dijo en alto: Dios, ¿eres tú Señor?. No obtuvo respuesta y continuó dirigiendose para su casa.

Sin embargo, nuevamente, surgio el pensamiento:
- Compra un litro de leche. El joven pensó en el pasaje de la Biblia que habla de Samuel y como el no reconocio la voz de Dios, y como Samuel corrió hacia Él.

- Muy bien Dios, en caso de ser el Señor, voy a comprar la leche.
Esto no parecia ser una prueba de obediencia muy dificil. Total, el podria usar la leche. Asi que paró, compró la leche y reinició su camino a casa.

Cuando pasaba por la séptima avenida, nuevamente sintió un pedido:
- Gira en aquella calle.
- Esto es una locura, -pensó y pasó de largo el retorno.

Nuevamente sintió que debió haber girado en la séptima avenida. En el siguiente retorno, el giró y se dirigió por la séptima avenida. Medio bromeando, dijo en voz alta: -Muy bien, Dios. Lo haré.

Siguió avanzando por algunas calles cuando de repente sintió que debia parar. Se detuvo y miro a su alrededor. Era un area mixta, comercial y residencial. No era la mejor area, más tambien no era la peor de la vecindad. Los establecimientos estaban cerrados y la mayoria de las casas estaban oscuras, como si las personas ya se hubiesen ido a dormir, excepto una del otro lado de la calle y que estaba cerca.

Nuevamente, sintio algo.
- Ve y dale la leche a las personas que estan en aquella casa del otro lado de la calle. El joven miro la casa. Comenzo a abrir la puerta del coche, pero se volvió a sentar. ¡Señor, esto es una locura!, ¿Como puedo ir a una casa extrana en medio de la noche?.

Una vez más sintió que deberia ir a dar la leche. Finalmente, abrió la puerta. Muy bien Dios, si eres el Señor, ire y entregare la leche a aquellas personas. Si el Señor quiere que yo parezca un idiota, muy bien. Yo quiero ser obediente. Pienso que esto va a contar para algo; sin embargo, si ellos no responden inmediatamente, me iré en el mismo acto.

Atravesó la calle y tocó la campanilla. Pudo oir un barullo viniendo desde adentro, parecido al llanto de una criatura. La voz de un hombre sonó alto: ¿Quien está ahi?, ¿qué quiere?. La puerta se abrió antes que el joven pudiese huir. De pie, estaba un hombre vestido de jeans y camiseta. Tenia un olor extrano y no parecia feliz de ver a un desconocido de pie en su entrada. -¿Qué pasa?. -dijo casi gritando.

El joven le entregó la botella de leche y le dijo:
- Compré esto para ustedes.
El hombre tomó la leche y corrió adentro hablando alto. Después, una mujer pasó por el corredor cargando la leche en dirección a la cocina. El hombre seguia sosteniendo en brazos una criatura que lloraba. Lágrimas corrieron por el rostro del hombre y luego comenzó a hablar, medio sollozando:
- Nosotros oramos. Teniamos muchas cuentas que pagar este mes y nuestro dinero se habia acabado. No teniamos más leche para nuestro bebe. Apenas oré, le pedí a Dios que me mostrase una manera de conseguir leche.

Su esposa gritó desde la cocina:
- Pedí a Dios que me mandara un angel con un poco...
- ¿Ud. es un angel?. El joven tomo su cartera y saco todo el dinero que habia en ella y lo colocó en las manos del hombre. Se dio media vuelta y se fue a su vehiculo, mientras las lágrimas corrian por sus mejillas. El experimento que Dios todavia responde los pedidos justos y verdaderos.

Edu@rdo - El Apunt@dor

miércoles, julio 05, 2006

Nadie

Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.
Nadie recoge cosecha sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas.
Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar a sí mismo.
Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar.
Nadie deja el alma lustrosa sin el pulimento diario de la vida.
Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible.
Nadie conoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir.
Nadie encuentra el pozo del placer hasta caminar por la sed del desierto.
Nadie deja de llegar, cuando se tiene la claridad de un don, el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la vida, el poder para realizarse y el impulso de sí mismo.
Nadie deja de arder con fuego dentro sin antes saber lo que es el calor de la amistad.
Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone.
Si sacas todo lo que tienes y confías en ti, ¡esfuérzate! porque...
¡¡¡Vas a llegar!!!.

martes, julio 04, 2006

Consejos I

No hagas todo lo que puedas, no gastes todo lo que tengas, no comentes todo lo que oigas, no digas todo lo que sepas...

Por que el hace todo lo que puede, el que gasta todo lo que tiene, el que comenta todo lo que oye y el que dice todo lo que sabe. Muchas veces, hace lo que puede, gasta lo que no tiene, comenta lo que no oye y dice lo que no sabe.

  • Ve plácidamente entre el ruido y la prisa; recuerda que la paz puede hallarse en el silencio.
  • Escucha atentamente tanto al sabio como al necio; ambos tienene una vida que contar.
  • Ama tu trabajo: es el tesoro del alma.
  • No juzges jamás al hombre por sus respuestas, prueba a hacerlo por sus preguntas.
  • Vive en paz con Dios, no importa como te lo imagines.
  • Alégrate tanto de tus éxistos como de tus fracasos, de ambos siempre aprenderás una gran lección.
  • Fijáte atentamente en cuantos te rodean, seguro que descubrirás a un ser humano en el interior de cada uno de ellos.
  • Mira siempre a los ojos de la gente, de suguro no eres ni más ni menos que ninguno.
  • Vive y deja vivir.
  • Lo más importante no es aprender a subir al cielo, es saber caminar sobre él.

Bienvenidos

"Apuntes Diarios" es el escape necesario que quiero hacer para contar muchas de las cosas que recibo y envío de muchas listas de correo como algo necesario, como un oasis dentro de un desierto.

¿Pretendo mucho? No creo, simplemente creo que una meditación diaria, una reflexión, una frase pueden llegar a cambiar nuestras vidas.

Bienvenidos, y estoy abierto a recibir de ustedes cuanto material deseen para ser publicado, saludos desde Buenos Aires, Edu@rdo, el @punt@dor