sábado, septiembre 09, 2006

Toma y descubre (Mahatma Gandhi)

..Toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido.

..Toma un rayo de sol, hazlo volar allá en donde reina la noche.

.. Descubre una fuente, haz bañar a quien vive en el barro.

..Toma una lágrima, pónla en el rostro de quien nunca ha llorado.

..Toma la valentía, pónla en el ánimo de quién no sabe luchar.

Descubre la vida, nárrala a quién no sabe entenderla.

..Toma la esperanza y vive en su luz.

Toma la bondad y dónala a quién no sabe donar.
Descubre el amor, y házlo conocer al mundo.

martes, septiembre 05, 2006

Cansancio - Alfonsina Storni.

Todos, todos tenemos una hora cobarde,
una hora de hastío cuando muere la tarde.
Cuando se va el amigo que nos trae calor
el amigo de oro, el Mago gestador.
Cuando se juntan todas las impresiones malas
y el alma es un tejido de finísimas alas.
Cuando puede decirse: lo que fué no será;
lo que no hice hoy no lo hare nunca ya.
Es entonces, cobarde, que me acosa el deseo
de no ser y ni pienso, ni trabajo , ni creo.
Es una nulidad completa de mí misma
que me asusta y me hiere, me subyuga y me abisma.
Es entonces que yo quisiera ser así
como una cosa nimia, futil y baladí.
Un chiche que se lleva guardado en el bolsillo
una prenda cualquiera, un reloj, un anillo...
Ser una cosa muerta que la llevan cargada
Y que no sabe nada y que no piensa nada.
Todos, tenemos una hora cobarde,
una hora de hastío cuando muere la tarde.

lunes, septiembre 04, 2006

Moltisimo Piu Avanti Ancora! - Almafuerte

Si en vez de las estúpidas panteras 
 y los férreos, estúpidos leones, 
 encerrasen dos flacos mocetones 
 en la frágil cárcel de las fieras:   
 No habrían de yacer noches enteras 
 en el blando pajar de sus colchones,  
sin esperanzas ya, sin reacciones, 
 lo mismo que dos plácidos horteras;  
  Cual Napoleones pensativos, graves,  
no como el tigre sanguinario y maula, 
 escrutarían palmo a palmo su aula, 
 buscando las rendijas, no las llaves...   
 ¡Seas el que tú seas, ya lo sabes: 
 a escrutar las rendijas de tu jaula!

Nudo de amor

En una junta de padres de familia de cierta escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos. También pedía que se hicieran presentes el máximo de tiempo posible. Ella entendía que, aunque la mayoría de los padres y madres de aquella comunidad fueran trabajadores, deberían encontrar un poco de tiempo para dedicar y entender a los niños.

Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, en forma humilde, que él no tenia tiempo de hablar con su hijo durante la semana. Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo. Cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya no estaba despierto. Explicó, además, que tenía que trabajar de esa
forma para proveer el sustento de la familia.

Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba redimirse yendo a besarlo todas las noches cuando llegaba a su casa y, para que su hijo supiera de su presencia, él hacía un nudo en la punta de la sabana que lo cubría. Eso sucedía religiosamente todas las noches cuando iba a besarlo. Cuando el hijo despertaba y veía el nudo, sabía, a través de él, que su papá había estado allí y lo había besado. El nudo era el medio de comunicación entre ellos.

La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando constató que el hijo de ese padre era uno de los mejores alumnos de la escuela.

El hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse entre sí. Aquel padre encontró su forma, que era simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía, a través del nudo afectivo, lo que su papá le estaba diciendo.

Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que nos olvidamos de lo principal, que es la comunicación a través del sentimiento.

Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban, para aquel hijo, muchísimo más que regalos o disculpas vacías.
Es válido que nos preocupemos por las personas, pero es más importante que ellas lo sepan, que puedan sentirlo.

Para que exista la comunicación es necesario que las personas "escuchen" el lenguaje de nuestro corazón, pues, en materia de afecto, los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras. Es por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el raspón en la rodilla, el miedo a la oscuridad.

Las personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero saben registrar un gesto de amor. Aunque ese gesto sea solamente un nudo.