jueves, mayo 28, 2009

Ámame tal como eres...

Mi amiga Maria del Valle Vanzetti me envió este escrito de Daniela Luján Cogo, y con toda tu creencia, te invito a que reflexiones en él

Conozco tu pobreza, conozco las luchas y preocupaciones de tu alma, la fragilidad y las enfermedades de tu cuerpo; conozco tu cobardía, tus desfallecimientos. Pero a pesar de todo te digo: ¡Dame tu corazón, ámame tal como eres!

Si esperas ser perfecto para amar, no me amarás jamás. Aún cuando caigas a menudo en las mismas faltas que quisieras no cometer nunca, aún cuando fueras cobarde en la práctica de la virtud ¡No me niegues tu amor!

Ámame tal como eres, a cada instante y en cualquier situación en que te encuentres: en el fervor o en la aridez espiritual, en la felicidad y hasta en la misma infelicidad. Ámame tal como eres. ¡Quiero el amor de tu corazón humilde!

Si para amarme esperas ser perfecto no me amarías nunca. ¿No podría Yo hacer que cada grano de arena sea un ser radiante, lleno de pureza, de nobleza y de amor?


¿No podría Yo, con el menor designio de mi voluntad, hacer surgir de la nada miles de santos, mil veces más perfectos y más encendidos en amor que los que he creado?

¿No soy Yo, el Omnipotente? ¿Y si quisiera dejar para siempre en la nada a estos seres maravillosos, y preferir, a ellos, tu amor?

Hijo mío, déjame que te ame. Quiero tu corazón, quiero formarte, pero mientras tanto, ¡Te amo como eres!. Y anhelo que tú hagas lo mismo.
Deseo ver, desde el fondo de tu ser, elevarse y crecer como tu amor.

Amo en ti hasta tu misma debilidad.
Amo el amor de tus imperfectos.

Quiero que desde tu pobreza, se eleve continuamente este grito: "¡Señor, te amo!". Es el canto de tu corazón el que más me agrada. ¿Necesito, acaso, de tu ciencia, de tus talentos?

Es algo más que virtudes lo que busco. Si te las concediera, tu amor propio, pronto las debilitaría.

Por ello no te inquietes. Acepto de ti lo poco que tienes porque te amo. Yo te he creado para el amor. ¡Ama! El amor te impulsará a hacer lo que tengas que hacer, aún sin que lo pienses.
No pretendas otra cosa sino llenar de amor el momento presente. ¡Hoy me tienes a la puerta de tu corazón como un mendigo!
Llamo y espero. Apresúrate a abrirme. No te excuses de tu pobreza. Si la conocieras plenamente, morirías de dolor.


¡Lo que más hiere mi corazón es verte dudar, carecer de mi confianza, y rechazar mi Amor!

Quiero que pienses en Mí cada instante del día y de la noche. No hagas nada, ni la acción más insignificante, sino es por Amor a Mi.

Cuando tengas que sufrir, Yo te daré mi gracia. Tú dame tu amor y conocerás un amor tan grande como jamás podrías soñar. Pero no te olvides: ÁMAME, TAL COMO ERES.
Y no esperes a ser santo para entregarte al amor. De lo contrario, no amarás jamás".
Jesús


lunes, mayo 25, 2009

Caminos

Recibí hace un tiempito un escrito de Leticia Thompson que quiero compartir:

En la vida es imposible parar. aún cuando decidimos no avanzar, la vida avanza.
Y a veces tenemos la impresión que ella corre. Y en ese nuestro vivir,
encontramos diariamente caminos en frente nuestro.
En cada situación hay siempre una opción de caminos.

Escogemos entonces el mas largo, el mas corto, el mas fácil, el mas difícil...
somos guiados por voluntades, necesidades, corazonadas, emociones...
y en verdad no siempre sabemos donde nos llevará el camino escogido.
Y es preciso cada día, a cada paso, seguir nuestro sentir y asumir.
Nadie, nadie mas puede o debe ser responsable por nuestras decisiones.
Y aún que escuchemos a un amigo, a los padres, la decisión final será responsabilidad nuestra.

Muchas veces sufrimos por que creemos que escogimos el camino errado.
Y sabemos que después de la elección no hay vuelta atrás, y que siempre tendremos un resultado y la opción de dirigir nuestros pasos para direcciones diferentes. Y entonces una nueva opción se da. Con todos los riesgos posibles.

Amar a alguien, sentir amistad por alguien, no es una decisión por lo menos voluntaria, de nuestra mente. Es del corazón, del sentir, pues no tenemos un control, no podemos negar el sentir ese amor o esa amistad.
Mas podemos decidir seguir ese amor o esa amistad.
Eso también es una escuela, o camino.

Lo verdaderamente importante es no parar. Leí una vez que "el agua que se estanca se pudre", y pienso que a nadie le gustaría vivir como agua estancada.
Deberemos ser entonces como el agua de los ríos, corriendo siempre en alguna dirección, regando flores que nacen a nuestro lado, matando la sed de los pájaros y de los hombres, desembocando en grandes mares.
Y así sigue nuestra vida...

Cabe a cada uno la responsabilidad de escoger diariamente.y todo lo que se puede decir con certeza es que no hay errores posibles en el momento de escoger, a la hora de seguir el Gran, el Verdadero Camino.
Para los otros, que la sabiduría este en los corazones de cada uno para que las opciones escogidas estén lo mas cerca posible de aquello que llamamos de felicidad.