viernes, julio 14, 2006

Tú dices lo que eres ...

Tú dices lo que eres por las amistades que buscas,
por la manera en que te expresas,
por la forma en que empleas tu tiempo libre,
por el uso que haces del dinero.
Tú dices lo que eres por la ropa que usas,
por el espíritu con que aceptas tus problemas,
por los temas que hablas,
por la música que escuchas.
Tú dices lo que eres por la forma en que andas,
por las cosas que te entusiasman,
por la forma en que aceptas las derrotas,
por una cosa sencilla como comer,
por los libros que escoges de la tablilla.
En estas formas y otras tú dices mucho de ti.
Así que no hay realmente una partícula de sentido
en un esfuerzo de una apariencia falsa.
Cultiva tu personalidad y trata de ser
lo mejor que puedas.

Edu@rdo, El Apunt@dor

miércoles, julio 12, 2006

El Amor y el Ser...

Ser uno mismo, es lograr encontrase con su Yo, es encontrase con la naturaleza y llegar a encontrarse con el alma de cada quien.

Ser uno mismo es poder sonreírle a la vida con plena alegría y así sentir en uno mismo la fuerza del espíritu en si mismo.

Ser uno mismo es mantenerse en acción constante en la vida y poder manejar con sabiduría el hecho de Ser. Así, de manera sutil y en plena conciencia se va desarrollando un Ser cósmico que en forma armónica se logra identificar con el todo y llega a darse cuenta que Dios existe.

Si quieres llegar a conocer la verdad, conócete a ti mismo y así podrás conocer a Dios. Se tu mismo, ya eso basta para estar en calma, en armonía y en plena salud corporal y espiritual. Para sentirse bien, es necesario que tomes acciones positivas en tu vida y que vivas en plena armonía contigo mismo, con tu prójimo y con la naturaleza, Usa la debida acción para poner en movimiento tu vida, pues por medio de la debida acción y la necesaria sabiduría puedas llegar a lo espiritual, es decir a tu alma.

Date cuenta que para vivir y sentir la vida, sólo y solamente el amor hacia ti mismo, el cual se derrama en tu entorno, brindando paz y armonía es lo suficiente para lograr vivir y sentir la vida.

El amor y la paciencia nos brindan herramientas que nos permiten alcanzar todo y así de esa manera amainar la fuerza y la dominación que nuestro Ego nos impone en el cada día. Así pues para encontrar la unidad y poder comulgar a plenitud con la vida hay que amar. Llegar a tu esencia, es decir a tu alma y sentirse uno mismo pleno de la belleza y la armonía que nos brinda el amor.

Amar se aprende amando, para amar basta querer amar, para amar basta encontrase a uno mismo, es decir Ser.Para aprender amar hay que sentir las ganas de amar. Si, llegar a amarte a ti mismo, a tu prójimo, a la vida, a la naturaleza, integrase en el todo por medio del amor y así lograr la unidad amando a Dios. Así aprenderás, que para amar, hay que aprender amando....

martes, julio 11, 2006

Historia China...

Se cuenta que allá para el año 250 a.C., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse.
Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío.
Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe.
Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó:

- ¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura. Y la hija respondió:


- No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz."

Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones. Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío:

- Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí, esposa y futura emperatriz de China.

La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean costumbres, amistades, relaciones, etc... El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado.

Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo...

Por fín, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas, sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores.

Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado.

Aquella bella joven – la del vaso vacío - sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma el príncipe explicó:

- Esta fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles.

Si para vencer, estuviera en juego tu Honestidad, entonces pierde. Así, serás siempre un Vencedor.

Edu@rdo, el Apunt@dor

lunes, julio 10, 2006

Dijo Nathaniel Hawthorne...

La felicidad es como una mariposa, que cuando se la persigue, siempre está fuera de muestro alcance; pero que si te sientas silenciosamente, puede posarse en tí...

Edu@rdo, El Apunt@dor

domingo, julio 09, 2006

La Falta de Humildad de Algunos...

La estrella de un éxito de Broadway visitaba a unos amigos cuando la conversación, como siempre, derivó a la psiquiatría. "He de decir", manifestó la anfitriona, "que creo que mi analista es el mejor del mundo. No se pueden imaginar lo que ha hecho por mí. Deberían probarlo."

"Pero yo no necesito analizarme", dijo la estrella. "No prodría ser más normal... no hay nada fuera de lugar conmigo."

"Pero él es absolutamente genial", insistió su amiga. "Encontrará algo fuera de lugar."

Hay personas que viven encontrando algo malo en nosotros. Su único secreto radica en encontrar algo malo en nosotros. No pueden aceptarnos como son; darán ideales, ideas, ideologías, os harán sentir culpables y hacen sentir que no valemos nada, que somos una porquería. Ante nuestros propios ojos, nos harán sentir tan condenados que olvidarán todo sobre la libertad. De hecho, nos harán tener miedo a la libertad. porque verán lo malos que somos, lo equivocados que estamos... y si somos libres, vamos a hacer algo mas, así que sigamos a alguien. El sacerdote depende de lo que hacemos, el político depende de lo que hacemos. Nos dan lo bueno y lo malo, ideas fijas, y consiguen que nos sintamos cupables siempre. ¿O no?

Edu@rdo, el Apunt@dor

Sobre el dinero...

..El dinero,

Puede comprar una casa,

..Pero no un hogar,

..Puede comprar una cama,

Pero no el sueño,

..Puede comprar un reloj,
Pero no el tiempo,

..Puede comprar un libro,
Pero no el conocimiento,

Puede comprar una posición,

Pero no el respeto,

Puede pagar un médico,
Pero no la salud,

Puede comprar la sangre,
Pero no la vida,

Puede comprar el sexo,
Pero no el amor.

Edu@rdo, el Apunt@dor