domingo, julio 16, 2006

Los secretos del verdadero amor (Iª parte)

Una moderna parabola de sabiduria y amor que cambiara tu vida nos dice: no existe mayor error en la vida que mostrarse cínico ante el amor. Cuando llegues al final de tu vida, lo único que contará será el amor que has dado y has recibido. En tu viaje al otro mundo, lo único que te llevarás contigo es amor y lo único de valor que dejarás atrás es amor.

Por eso el amor es el mejor regalo de la vida. Le da sentido y nos crea el deseo de vivirla con pasión. El amor no es algo que sucede, es algo que creamos y todos tenemos esa capacidad. Para amar realmente, debes de comprender a esa persona, necesitas conocerla y respetarla. Es preciso que su bienestar te preocupe de verdad.

Para amar a una persona de verdad debes de verla por dentro (su naturaleza, su espiritu, su alma). Hay cosas que no pueden contemplarse con los ojos. En el amor lo esencial sólo puede verse con el corazón.

Todos tenemos el poder de amar y de que nos amen y la capacidad para crear relaciones amorosas en nuestra vida. Por eso es tan triste que la gente decida vivir sin amor, enamorados de sus miedos.

El amor está disponible para todo el mundo, pero debemos entregarnos a él. Las relaciones no aportan el amor, nosotros ponemos amor en la relación cuando lo tenemos en nuestro interior. Cuando somos cariñosos, es porque el cariño abunda en nuestro corazón. Por eso el amor empieza con uno mismo.

Si deseas amor, debes de renunciar a tus miedos y estar dispuesto a no dejar pasar las oportunidades. Amar significa vivir el presente, el aquí y ahora.

Para ello debes de conocer los diez secretos del amor abundante.

I : El poder del pensamiento.
El amor comienza con el pensamiento. Nos convertimos en lo que pensamos. Los pensamientos amorosos crean experiencias y relaciones amorosas. Las actitudes sinceras y positivas cambian nuestras creencias, sentimientos y pensamientos acerca de nosotros mismos y de los demás. Si quieres amar a alguien, necesitas tener en cuenta sus necesidades y deseos. Pensar acerca de tu pareja ideal te ayudará a reconocerla cuando entre en tu vida. Pero todo empieza con uno mismo, aprende a amarte a ti mismo, a ser feliz en la soledad, a ser cariñoso contigo mismo. Cuando estés lleno de cualidades positivas podrás compartirlas con la persona que amas, nunca antes.

II: El poder del respeto.

No puedes amar a nada ni a nadie a menos que antes lo respetes. La primera persona que merece tu respeto eres tú. Para recuperar el respeto por ti mismo, hazte la pregunta: ¿qué respeto en mí?. Para respetar a los demás, incluso a las personas que te desagradan, pregúntate: ¿que respeto de ellos?. Recuerda que las personas que te desagradan reflejan inconcientes cosas de ti que te desagradan, por tanto, no trates de cambiarlos a ellos sino a ti. Un proberbio chino dice: antes de salir a salvar el mundo dale tres vueltas a tu casa.


III: El poder de la entrega.
Si deseas recibir amor, ¡todo lo que tienes que hacer es darlo!. Cuanto más amor entreges, más recibirás. Amor es entregarte sin condiciones y voluntariamente. Practica al azar actos de bondad. Antes de comprometerte a una relación, no te preguntes por lo que la otra persona te puede dar, sino por lo que tú puedes aportarle a ella. La fórmula secreta de una relación amorosa, feliz y para toda la vida es centrarte siempre en lo que puedes dar en vez de en lo que puedes sacar de ella. Como dijo el maestro Jesús: ama a tu prójimo como a ti mismo. Ese mensaje, y no otro, de nuestro maestro Jesús es lo que nos hace ser verdaderos cristianos, que no te engañen las múltiples sectas e iglesias pseudocristianas. El amor no tiene precio.

IV: El poder de la amistad.
Para encontrar un amor verdadero, primero debes encontrar a un amigo o una amiga verdadera. El amor no consiste en mirar a los ojos del otro, sino en mirar juntos en la misma dirección. Para amar a alguien de verdad debes amarlo por lo que es, no por su aspecto físico. La amistad es la tierra en la que la semilla del amor crece. Si deseas introducir amor en una relación, primero debes aportarle amistad.


V: El poder del contacto físico.
El contacto físico modifica una de las expresiones más poderosas del amor que existe, destruye barreras y crea vínculos entre la gente. El contacto físico altera nuestro estado físico y emocional y nos hace más receptivos al amor. El contacto físico nos ayuda a que el cuerpo sane y enternece el corazón. Cuando abres tus brazos, estás abriendo tu corazón. El sexo sólo es verdadero, profundo y sincero cuando el amor es completo.


Continuaré mañana, Edu@rdo, El Apunt@dor


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